La sociedad actual y en especial los jóvenes se encuentran en un contexto en el que los medios de comunicación y las artes juegan un papel esencial en sus vidas. Sus comportamientos son un reflejo de la influencia que los medios ejercen. Por eso es vital usar ciertos códigos de comunicación y arte para invitarlos a comprender sobre la problemática ambiental y participar en actividades que promuevan la valoración y el cuidado del entorno natural. La mirada artística nos permite descubrir nuevos elementos e integrar otros puntos de vista. El pintor Paul Klee decía que “el arte hace visible lo invisible”.
La creatividad y el arte nos permiten percibir los elementos del paisaje, así como el paisaje en su conjunto, de una forma distinta, no estableciendo falsas divisiones entre el aprendizaje intelectual y el emocional. La mirada artística no es determinista, ya que integra la incertidumbre, lo inesperado, lo cambiante con los temas concretos. A diferencia de la ciencia, el arte y la educación ambiental no separan al ser humano de su entorno, y no hablan de la naturaleza en tercera persona, sino que establecen un diálogo fluido con ella.
Un hito en la conexión de naturaleza y arte se dio en la década del 50 cuando la bióloga Rachel Carson escribe su manifiesto “La Primavera Silenciosa” que mezcla literatura y poesía con un testimonio científico contundente en defensa del ambiente. Mucho antes y en todo el mundo, educadores, científicos, músicos y artistas han colaborado en el desarrollo de formas innovadoras de involucrar a los jóvenes en las temáticas ambientales. El uso de la música, el arte pictórico, la escritura creativa y la poesía se ha empleado para fomentar el compromiso sensorial completo con la educación ambiental.
El arte tiene en común con el acercamiento a la naturaleza que es una herramienta educativa que puede cultivar la sensibilidad del hombre, fomentar la cooperación, reducir el egoísmo y, por encima de todo, desarrollar una capacidad general de funcionamiento creativo. En materia de educación artística los niños son especiales destinatarios “Lo que para los adultos serían los atajos para los niños son los caminos principales. El impacto de las imágenes, de ciertas músicas y melodías, el espectáculo de una orquesta, un recital, les apasionan y resulta más sencillo de incorporar. Desde la escuela inclusive. Pero todo eso hay que explotarlo más. El niño es un artista espontáneo dibuja, canta y baila. El arte es el horizonte de los niños. Por eso es más sencillo que introducirlos en la lectura reflexiva, comprensiva, analítica.” Emilio Burucua (2018)
El arte y la educación ambiental son dos puertas al asombro, a la maravilla por el entorno natural y social que nos rodea, y ésta es la puerta a la pregunta y por tanto al aprendizaje significativo.